miércoles, 1 de octubre de 2008

Phillies de madrugada

Siempre he pensado -y sé que es una debilidad- que estoy hecho para haber vivido en el Nueva York de los años 40, de la época dorada del jazz, del cine negro, de los lamentos nocturnos de una cantante en un bar de la calle 52, de la eternas volutas de humo de un cigarrillo. Y, claro, de las noches en vela de la películas de aquellos años. El mundo solitario que Edward Hopper plasmó en su obra maestra "Nighthawks". El que no trague saliva al contemplar este trozo de lienzo es que nunca ha estado demasiado vivo.

1 comentario:

Unknown dijo...

Doniphon, me puedo imaginar allí sentado tomando un whisky con soda.