domingo, 24 de octubre de 2010

¿Cómo podía saberlo?

Y se preguntó por milésima vez por qué él era él y no su hermano Aaron, o una chica, o cualquiera de los que yacían bajo la tierra a su alrededor. Podía haber sido un indio precolombino o uno de los Hijos de Israel. Sin embargo, estaba en la América de 1896, sentado detrás de la tumba de su abuelo, con la humedad de la noche empapándole los pantalones de lana y con ganas de sonarse la nariz. ¿Y cómo podía saber él si aquello sucedía por causa de algún plan premeditado o por una confusa disposición de vidas en el tiempo y en el espacio?

Monólogo interior de Matthew en Cuatro hermanas de Jetta Carleton.