Existen cinco variantes caracteriólogicas del tonto. Una, el tonto: igual a ignorante. Dos, el simple: igual a tonto que se sabe tonto. Tres, el necio: igual a tonto que no se sabe tonto. Cuatro, el fatuo: igual a tonto que no se sabe tonto y encima quiere hacerse el listo. Y cinco, el insensato: tonto que no se sabe tonto y encima quiere gobernar. La clasificación es de un tal Castellani, que afirmó que Cristo amó al menos a las dos primeras variantes. No es fácil resisitirse a formar parte de alguna de las cinco, pero tratremos, al menos, de escapar a las otras tres.
viernes, 8 de agosto de 2008
viernes, 1 de agosto de 2008
Antiguas cartas
Le pedí a Marcos que me enseñara la carta. Se la escribí hace diez años desde Irlanda. Entonces escribíamos cartas. Pero me dijo que la tenía en casa de sus padres. ¿De qué sirven las cartas guardadas? Son como palabras quemadas por el paso del tiempo.
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